El mundo moderno se ha enfrentado a muchas crisis monetarias que, de haber existido una adecuada gestión financiera hubiesen podido disminuir los riesgos económicos. Dentro de estas crisis se inicia con la debacle de 1873 y el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, continúa con el período de entre guerras y los factores que gestaron la Gran Depresión del treinta y luego instala la discusión acerca de los motivos que ayudaron a evitar desplomes importantes después de la Segunda Guerra Mundial (Marichal, 2011). Es necesario destacar que estas crisis se deben a las distintas fases del capitalismo y a la falta de previsión en el otorgamiento de créditos y a la poca gestión financiera para recuperar la cartera morosa