Examinando por Autor "Deluquez Viloria, Haroldo"
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Publicación Acceso abierto Calidad del agua de las zonas rurales de la alta y media Guajira.(Editorial Gente Nueva, 2018) Doria Arugemdo, Carlos; López Torres, Alvaro; Deluquez Viloria, Haroldo; Instituto de Estudios Ambientales y Aprovechamiento de Agua - InesagLa Universidad de La Guajira presenta ante la comunidad esta obra, producto de su labor científica, en la cual se sintetiza información con respecto a la calidad del agua de uso y consumo humano en las comunidades rurales de los municipios de la zona Media y Alta de La Guajira. Su contenido se deriva del desarrollo de proyectos de investigación realizados por estudiantes del programa de Ingeniería Ambiental, en el marco del programa “Estudio ambiental y sanitario de las fuentes de agua para consumo humano en las zonas rurales de los municipios del departamento de La Guajira”, del Insti- tuto de Estudios Ambientales y de Aprovechamiento de Agua –Inesag–, cuyo objetivo es el de realizar estudios ambientales y sanitarios de los sistemas de abastecimiento de agua (ríos, arroyos, jagüeyes, pozos) para consumo humano en los corregimientos y comunidades indígenas de los municipios del departamento de La Guajira, como alternativa para valorar los riesgos que puedan afectar la salud y alterar el ambiente de vida de sus habitantes, contribuyendo con ello a las acciones de inspección, vigilancia y control por parte de las autoridades competentes. Esta obra está dirigida a la comunidad en general, por lo que ha sido escrita en un lenguaje sencillo y con términos técnicos relacionados con el tema de la calidad del agua en Colombia, bajo el marco legal de los ministerios de la Protección Social y de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, según la Resolución 2115 de 2007, “Por medio de la cual se señalan características, instrumentos básicos y frecuencias del sistema de control y vigilancia para la calidad del agua para consumo humano”. En los capítulos 3, 4, 5, 6, 7 y 8 se revela la calidad del agua en las zonas rurales de los municipios de Rio- hacha, Dibulla, Albania, Maicao, Manaure y Uribia, cuyos índices de riesgo indican su inviabilidad sanitaria y su alto riesgo para el consumo humano. La intención institucional es que la información consignada en esta obra sea utilizada por los diferentes actores locales y departamentales, del orden público o privado, como insumo para la formulación y definición de planes de intervención entre cuyos objetivos se encuentren definir e implementar alternativas para el logro de unas mejores condiciones de vida de la población rural del departamento de La Guajira.Publicación Acceso abierto Lineamientos para el ordenamiento territorial costero y marino del departamento de La Guajira desde la diversidad cultural.(Universidad de la Guajira, 2020) Carabalí Angola, Alexis; Castellanos Martínez, Martha Ligia; Robles Chávez, David Alexander; Daza Daza, Alcides Rafael; Avella Esquivel, Francisco José; Oduber, Anne; Rojano Alvarado, Yolmis Nicolás; Meléndez Surmay, Rafael; Radillo Cotes, Adrian René; Isaza Delgado, Raimar Joel; Deluquez Viloria, Haroldo; José Gutiérrez, Dainer; Muñoz Bonivento, Erika; Hernández, Ruth; Anaya Zabala, Rosario; Pérez Mendoza, Katherin; Carabalí Angola, Alexis; Ligia Castellanos, Martha; Radillo, AdrianEste libro es un enorme esfuerzo de investigación transdisciplinaria, y se destaca tanto por su complejidad, como por su pertinencia para responder a los problemas acuciantes de la región y es, verdaderamente, un aporte para su conocimiento, para la metodología de los estudios territoriales y la elaboración de las políticas públicas, privadas y comunitarias relacionadas con el territorio. Es una amplia y comprometida tarea académica que asume los retos de la territorialidad y de la territorialización en diálogo con la gente que la habita y la realiza. Este compromiso recorre todo el libro y la labor emprendida por un equipo que proviene de distintas disciplinas, como la antropología, ciencias agropecuarias, ingeniería ambiental, acuicultura, ciencias ambientales, biología y microbiología, gestión del riesgo, economía y desarrollo económico, matemáticas y estadística, actuariado, etc., investigación realizada dentro del marco de la Convocatoria 748 de COLCIENCIAS. Destaco, en este prólogo, tres aspectos fundamentales que contribuyen al estudio del territorio: la amplitud de los factores y fuentes considerados para abordarlo, la metodología que no sólo condiciona la construcción de los datos sino, en consonancia, la propuesta teórica transdisciplinar –y al revés– con la que, como equipo, operan en la investigación, así también se destaca la articulación de los campos académicos con las problemáticas sociales, culturales y políticas, en un mismo proceso conjunto. Como corolario, se observa, en la formulación de “lineamientos” y “actividades”, una intención política, en el sentido de aportar a mejorar al ordenamiento territorial. Así pues, este equipo integrado por Alexis Carabalí Angola, Martha Ligia Castellanos Martínez, David Alexander Robles Chavez, Raimar Joel Isaza-Delgado, Rosario Anaya-Zabala, Alcides Daza Daza, Adrian Radillo Cotes, Haroldo De Luquez Viloria, Dainer Gutiérrez Vergara, Rubén Dario Tapias Chica, Kiana Valbuena Mejía, Katherin Pérez Mendoza, Anne Oduber Peñaloza, Yolmis Nicolás Rojano Alvarado, Rafael Meléndez Surmay, autores de diferentes capítulos, provienen de distintos agrupamientos institucionales de investigación: Grupo de Investigación Territorios Semiáridos del Caribe y Grupo de Investigación BIEMARC, de la Universidad de La Guajira, y Grupo de investigación Innova y Emprende del SENA, quienes colaboran para este inusual e importante logro académico, intelectual y social, bajo el proyecto denominado “Lineamientos para el ordenamiento territorial costero y marino del departamento de La Guajira desde la diversidad cultural”. Un eje articulador de la metodología de investigación asumido en el estudio, y que vertebra un enfoque que enfatiza elementos de poder y resistencia (De Certeau, 1996; Raffestein, 1980; Guatari, 1996), es el que contrasta el quehacer cotidiano de las comunidades –”territorialidad intrínseca”, la denominan– versus la planificación y ordenamiento territorial que realizan las entidades públicas, de cuya interrelación surgen las contradicciones y conflictos que afectan a las poblaciones, como bien lo señalan en las primeras páginas: “La Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, busca organizar el territorio de “arriba hacia abajo”, imponiendo una serie de normas que desde el punto de vista del legislativo son convenientes para el funcionamiento administrativo y planificado de la Nación colombiana (LOOT, Ley 1454 de 2011). Sin embargo, como sus críticos lo señalan, no atiende realmente al manejo del “bien común”, es decir, lo que favorece a todos los colombianos, sino que desarrolla aspectos que le importan preferencialmente a los inversionistas y a los dueños de las actividades económicas dando ventajas territoriales importantes, o causando perjuicios evidentes a los intereses regionales, contrariando normas que ya estaban estatuidas en la Constitución de 1991 y que eran de obligatorio cumplimiento”. Así, esta investigación, según los autores, se propone contrastar y analizar las “propuestas de ordenamiento del Estado, frente al saber ancestral de sus culturas y las propuestas de soluciones a sus propios problemas”. Lo anterior no se emplaza en una suerte de romanticismo arcaísta, sino pretende contribuir a “propiciar los cambios que sean necesarios para mejorar sus condiciones de vida, sus ingresos y la posibilidad de satisfacer al menos sus necesidades básicas y monetarias más urgentes por sus propios medios y formulando sus proyectos de vida y sus propios proyectos comunitarios de ordenamiento para su propio desarrollo.” Es éste un enfoque que posibilita negociar los intereses a diferente escala, única manera de resolver el conflicto entre lo local, regional, nacional y global y de prevenir conflictos violentos, que se justifican precisamente en la ausencia de conocimientos y diálogo. Este enfoque se confronta, por ejemplo, con aquello que ellos señalan: “… … el Estado ha planteado en numerosas ocasiones que los derechos comunitarios a la consulta previa se han vuelto un problema para el desarrollo de las actividades extractivas”. Un componente metodológico básico es el de escala, instrumento ineludible en los estudios del territorio, por ello, al incorporar a la comunidad en las diferentes fases de la investigación señalan, por ejemplo, que “lo que cambia la visión simple del extractivismo a ultranza, por una visión desde la complejidad en su relación comunidad-naturaleza, muy diferente a la relación empresa-recursos, que simplemente depende de la existencia de las materias primas (carbón, petróleo, sal, etc.) o de los servicios prestados (puertos, transporte férreo y de carretera, etc).” La comunidad no sólo participa como sujeto pasivo durante la fase del trabajo de campo, sino en talleres donde se les presenta los resultados del estudio donde señalan sus puntos de vista los propios pobladores, reflexionando sobre su rol y sobre los agentes externos que operan en diferentes escalas. Teniendo como referente al departamento de la Guajira, se planean dos grandes zonas de estudio que, congruente con el Proyecto, se caracteriza por la articulación de lo cultural con lo ambiental: 1. Entre Palomino (Municipio de Dibulla), hasta Riohacha, ubicada en la denominada zona de la “Línea Negra”, donde se halla el territorio sagrado para los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Wiwa, Kankuano y Arhuaco), con siete sitios simbólicos dedicados al ritual a sus deidades. Aquí se traslapan con la zona habitada por grupos negros que comprende las localidades de Camarones, Perico, La Punta de los Remedios y Dibulla, y también con la zona mestiza en inmediaciones de Riohacha y la zona wayuu al sur de Riohacha en las rancherías de Chentico, Las Delicias, Puerto Caracol y el Ahumao, las Cachacas, entre otras. Este territorio constituye la zona de mayor diversidad cultural. 2. La segunda es la zona norte, es exclusivamente wayuu y comprende desde el norte de la ciudad de Riohacha hasta el extremo norte de la península en el límite con Venezuela en la bahía de Cocinetas. Así se observa un ordenamiento tradicional diverso al sur y unitario al norte, donde se desarrollan las diferentes actividades económicas y culturales como el comercio, la pesca, el turismo, la minería, la actividad portuaria, termoeléctrica, artesanal, agricultura, ganadería y actividades festivas y sociales, que en conjunto, por las actividades de los actores, articulan y diferencian las subregiones de este territorio.Publicación Acceso abierto Niveles de metales pesados en las zonas costeras de La Guajira colombiana(Universidad de La Guajira, 2022) Deluquez Viloria, Haroldo; DORIA, CARLOSEl estudio de la concentración de los metales en los ecosistemas acuá- ticos es de gran interés, ya que ellos pueden llegar a producir efectos negativos sobre la biota acuática, debido a que son altamente persis- tentes. Su peligrosidad radica en que pueden ser tóxicos en pequeñas concen- traciones y también ser acumuladores en la cadena trófica, empezando por el fitoplancton que los incorpora a la cadena alimenticia. También pueden predecir un efecto de magnificación en los niveles más altos de la cadena, ya que, al ser los organismos de estos niveles parte de la dieta del hombre, constituyen un riesgo para la salud humana. Los metales pesados son parte fundamental de las fuentes antropogénicas provenientes de desechos domésticos, agrícolas e industriales, los cuales son peligrosos para la biota marina, el hombre y el deterioro ambiental en gene- ral. Bajo este escenario, los sedimentos, uno de los principales reservorios de estos elementos, actúan como recursos secundarios de contaminación en el medio ambiente marino. Los metales trazas presentan concentraciones re- lativamente elevadas en los sedimentos superficiales de las zonas costeras, alteradas por el hombre, y guardan una relación de su concentración con el tamaño de las partículas y la cantidad de materia orgánica sedimentarias, alterando el equilibrio ecológico y biogeoquímico del ecosistema.